martes, 10 de julio de 2007

El Vidente de Magdeburgo


El misterio ronda a Ulrich von der Vogelweide.  Salvo unas cuantas cartas y un voluminoso manuscrito legado a Conrad Scholz, y publicado decadas después bajo el título de Das Geheimnis von Thessaloniki por uno de sus discípulos y heredero espiritual Hans Hausmann, no se sabe mucho más sobre este maestro desconocido.
Según sus seguidores Ulrich von der Vogelweide habría sido un vidente y profeta del milenio ario. Tentado de temprano por las cosas ocultas, habría estudiado en Praga tempranamente la obra de Hermes Trimegistro.  Allí habría conocido a su primer maestro, un iniciado en la Secreta Orden pangermánica del Oera Linda. Tal habría sido el impacto de su paso por esa comunidad que se retiró voluntariamente a las montañas de Turquía donde habría trabado amistad con un místico turco llamado Lizandro Vryzas, quien le habría enseñado los secretos de la antigua práctica de la masonería Turca.  Luego de esto Ulrich von der Vogelweide habría pasado doce largos años de penitencia oculto en las montañas del medio oriente, donde habría logrado abrir su ojo interior, y comprender la historia oculta del género humano.
Quienes nos informan sobre él nos dicen que estando en la Montaña habría tenido una revelación (también Mohamed, el profeta, tuvo una revelación en la montaña).  Una mañana, tras despuntar el Sol, una sombra vino a él en la forma de figura humana.  La sombra le habló y le enseñó su nombre.  Le dijo: "Mi nombre es Violencia Sin Nombre".  También Suso, dos siglos antes, creyó ver una sombra que le hablaba y que decía llamarse Violencia Sin Nombre.  La revelación vino a Ulrich como una suerte de liberación, tras pasar doce años en estricta observancia de ablusiones, ascetismos y penitencias.  Luego de esto, y tras autoiniciarse, fundó en Tesalonica una cofradía secreta, cuyo origen decía remontarse al mismísimo Orfeo.  La llamó Orden de Los Orígenes o Tragula Aurea.
Años después aparece en Alemania nuevamente, en Magdeburgo, donde funda junto a Hermann Hoffmann una filial de la Tragula Aurea que llamó la Aurea Catena. Hoffmann fundaría luego, sobre el modelo enseñado por su maestro, una comunidad volkisch pangermanista, a la que daría el nombre de Las Aves de Paso.  Sería en este grupo donde se oiría hablar por primera vez de Ulrich von der Vogelweide.  
Según la leyenda que se ha tejido alrededor de este mítico vidente, promediando la última década del Siglo XIX, Ulrich von der Vogelweide abandonó Alemania con destino incierto.  Según Hoffmann, a decir verdad él quien le conoció en persona, el vidente de Magdeburgo se habría marchado al desierto de Gobi, donde según diría se hallaba una de las entradas al reino de Agharti, de donde decía que procedían los verdaderos maestros que le habían iniciado.

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